miércoles, 22 de septiembre de 2010

DESPROPÓSITOS DE LA VIDA URBANA (Parte I)

No es suficiente el hambre, la soledad, la vejez, la enfermedad y el amor no correspondido para que los seres humanos seamos infelices. Necesitamos crear artificios infames que nos martillen el alma para alimentar nuestras miserias. Aquí algunas que se ocurren ahora.

Las colas de los bancos
El banco es una institución creada para holgazanes. Nadie con obligaciones puede ni permitirse soñar con que va a perder dos horas de un día de trabajo en una cola de esas que se forman en estos edificios siniestros. Los viejecitos y las embarazadas, que son vilmente engañados con eso de la “taquilla preferencial”, son sus principales víctimas, ya que nadie como ellos entiende lo lamentable del tiempo desperdiciado.
Mentes retorcidas crearon los bancos y sádicos sin escrúpulos imaginaron a los motorizados que llevan 60 transacciones y esperan a que sea la hora de mayor afluencia para llegar a la taquilla, sonrientes y satisfechos de su villanía.Los cajeros, frustrados y rencorosos, se toman todo el tiempo del mundo para ignorarlo a uno, para hacer transacciones de amigos, que se colean sin asomo de vergüenza, o para desaparecer justo cuando es su turno hacia no-se-sabe-dónde y regresar no-se-sabe-cuándo. ¡En la Ford Motor Company de 1908 me gustaría verlos para que paguen el tiempo que nos hacen perder!


Los especuladores
Una caterva de imbéciles que creen que Donald Trump y Pablo Escobar Gaviria se hicieron multimillonarios cobrando la Maltín Polar a 2,50 cuando su precio justo es un bolívar. Después con sus ganancias mal habidas van a comprar a otro sesudo del comercio, quien a su vez se cree el magnate de los negocios, cuando en realidad lo único que sabe hacer bien es recopilar buen dinero para llevarle al siguiente especulador que terminará por depositarlo en manos de un verdadero capitalista, cumbre de la pirámide de estólidos comerciantes que trabajan sin descanso durante meses para comprarse un televisor LCD, mientras él se gasta la misma cantidad en unas chancletas mientras pasa sus vacaciones en Nápoles.¿De dónde habrá surgido esa macabra idea de que un intermediario, que no se rompe una uña en la producción, debe ganar 2000% con su venta?




El SENIAT
Lo único que le hace falta al SENIAT es que meta preso a Jacinto Convit por evasión de impuestos para que demuestre cuan efectivo es en sus funciones, y aún así el gasto público del país sigue descansando peligrosamente en las rentas petroleras y lo único en que parecen invertirse los impuestos es en los apabullantes edificios del propio Servicio Nacional Integrado.
Y no digo que esté mal cobrar impuestos. Pero siempre que se inician este tipo de cacerías, la presa termina siendo el más débil. Porque resulta que si soy estudiante y quiero ganarme tres lochas escribiendo algún artículo de forma independiente para una publicación, debo tener un talonario de facturas, el cual cuesta cerca de 500 bolívares porque no hacen menos de cinco, para usar ¡una maldita página, cada dos meses! para que me paguen ¡50 bolívares! Al cabo de un año aún me harán falta 200 bolívares para alcanzar la “inversión” inicial y ya los talonarios habrán caducado. El mismo cuento si quieres corregir, dar clases, pintar, lavar un carro y pronto pasear perros.Si se me ocurre abrir un negocio, un piche negocio de un empleado, yo, debo gastar más dinero en papeleos mercantiles que en materia prima. Además de que debo enterrarme un puñal contratando un contador, que son unos vampiros pequeños y peligrosos, primos expósitos de los notarios públicos.



La policía y la Guardia Nacional
Sé que vivimos en el país de las ironías, pero ¿no es un despropósito ofensivo que los cuerpos de “seguridad” estén de primeros en las listas de delitos y fechorías? Nótese que no hablo de corrupción, ese empleo de los cargos en beneficio propio. Me refiero a la grosera realidad de que policía y GN roben, trafiquen, secuestren, contrabandeen, maten, etc., etc., sin el menor rubor. Todo lo contrario, los jóvenes que ingresan en sus escuelas lo hacen precisamente por la promesa de que podrán ejercer el delito institucionalizado como forma de vida, y con la seductora garantía de no temer ningún castigo. En varias ciudades del país, si la noche te consigue en las calles, es peor que te encuentres con la policía que con un malandro. Aquellos te roban igual que estos, pero con el agravante de que te pueden “sembrar” drogas si te resistes o de que te quedas con la resaca moral de saber que no hay nadie quien te proteja.




Las campañas electorales
En Roma se realizaban cada año, y durante ellas los candidatos debían ganarse al pueblo con fiestas y agasajos: “Pan y circo”. Pero también embellecían la ciudad, ordenaban grandes construcciones y favorecían los sectores olvidados por los funcionarios en gobierno con importantes donaciones. Al final, por supuesto, los candidatos electos se dedicaban a lucrarse con el erario público y a recuperar su inversión electoral. Sin embargo, quedaban “obras”, se invertía, había una gestión pre-cargo que atenuaba el olvido del funcionario. Además, era anual, había una proximidad satisfactoria en la que podían disculparse la usura.
En cambio, nuestro tiempo de progreso y música personal portátil, las campañas electorales ensucian las ciudades con carteles falsos de villanos sonrientes; con promesas vacías que redactan mercenarios de la palabra; con esperanzas muertas que minan las raíces de la fe. Mítines y actos “culturales” que apenas cubren la cuota del “circo”, pero ningún hecho efectivo que por lo menos maquille los problemas del pueblo. Una fiesta interminable en la que fluyen dineros en una sola dirección y de la que apenas queda el rastro de la basura interminable en la venden un futuro en el que ni siquiera ellos se han detenido a pensar, porque no les alcanza el cerebro.Si Roma con su espíritu sanguinario, corrupto y cruel pudo mantener durante siglos sus campañas útiles, ¿qué tanto más podrido debe estar nuestra “democracia” para no regalar un genuino “pan y circo” cada tanto?


3 comentarios:

  1. LA INICUA, INVEROSÍMIL Y RETRÓGRADA REALIDAD DEL VENEZOLANO...TRANSACCIONES, EVENTOS Y PERSONAJES INÚTILES, QUE MITIGAN MÁS EL POCO SER CREATIVO QUE NOS CARACTERIZA Y QUE NOS CONVIERTEN EN "AUTISTAS FUNCIONALES". LAS COLAS, LAS HORRIBLES COLAS, LAS DESESPERANZADORAS COLAS, AUNADO A NUESTRAS CARAS DE "IDIOTAS" MIRANDO EL RELOJ Y PENSANDO EN QUÉ SE PUDO INVERTIR ESE PRECIADO TIEMPO PERDIDO. PEOR AÚN, A SABIENDAS DE QUE HAY MUCHOS TRAS BASTIDORES BURLÁNDOSE DE NUESTRAS FRUSTRADAS ESPERANZAS DE SALIR RÁPIDO DE ESE INFIERNO DANTESCO.

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  2. Sadismo y realidad, a las que estamos sometidos los "ciudadanos comunes" a diario... Yusmary Delgado.

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  3. Cuando el político deje de pensar como tal,probablemnte mejoraremos

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